domingo, 22 de noviembre de 2009





































La contaminación mata y envenena.

Se estima que, sólo en España, unas 16.000 personas mueren al año de forma prematura a causa de la polución del aire en las ciudades -una cifra superior a la de los fallecidos en accidentes de tráfico o laborales-.
Además, sus consecuencias afectan a alrededor de mil millones de habitantes en todo el planeta, según el
Instituto Blacksmith, una asociación que lucha para solventar los problemas provocados por la contaminación y que ha elaborado una lista con los diez lugares más contaminados del mundo.
Los lugares han sido escogidos por expertos medioambientales y especialistas de universidades de prestigio como Harvard o Idaho.
Según el instituto, Chernobyl, donde la explosión de un reactor de una central nuclar liberó, hace veinte años, unas 500 veces más radiación que la bomba atómica en Hiroshima, es la ciudad con más contaminación del mundo. Otros nueve lugares, repartidos por todo el planeta, completan la lista:


1. Chernobil (Ucrania). Su aire contiene uranio, plutonio y otros metales, así como partículas de radioactividad desde que tuvo lugar la catástrofe nuclear en 1986.

2. Dzerzhinsk (Rusia). Las fábricas de armamento de los tiempos de la 'Guerra Fría' han dejado su estela en forma de gases y productos químicos orgánicos altamente tóxicos.

3. Haina (República Dominicana). Los restos de una planta de reciclaje de baterías de vehículos, ya clausurada, afectan todavía a una población de 85.000 habitantes.

4. Zabwe (Zambia) Los niños de la segunda ciudad más grande de Zambia registran en su sangre los efectos de un área con altísimos niveles de contaminación debido a las numerosas industrias que la pueblan y de las explotaciones de cobre.

5. La Oroya (Perú). Desde 1922, adultos y niños de esta ciudad minera están expuestos a las emisiones nocivas de una planta de fundición.

6. Linfen (China). Su aire registra óxido de carbono, arsénico y plomo en dosis alarmantes. La ciudad es la principal meca de la industria de carbón del país.

7. Mailuu-Suu (Kirziguistán). La mina de uranio que alberga la ciudad regala a sus habitantes material de desehecho con un alto nivel de radioactividad.

8. Norilsk (Rusia). Dióxido de sulfuro y partículas de metales pesados como níquel o cobalto contaminan el aire que respiran 134.000 personas. El aire, dicen los visitantes, huele a sulfuro.

9. Ranipet (India). Las plantas químicas que pueblan la ciudad han dejado alrededor de un millón y medio de toneladas de residuos durante dos décadas. La esperanza de vida de los adultos apenas alcanza los 40 años.

10. Rudnaya Pristan (Rusia) Sus habitantes padecen intoxicaciones frecuentes por partículas de plomo que proceden de diferentes minas.
"Un estudio confirma que la contaminación en China reduce la luz del sol
La radiación solar ha menguado en el país durante el último medio siglo 3,7 vatios por metro cuadrado"


El desenfrenado crecimiento industrial que ha convertido a China en la "fábrica global" y ha sacado de la pobreza a 300 millones de personas también ha tenido un fuerte impacto ecológico en el país. El modelo de desarrollo chino, nada sostenible, ha afectado principalmente a las grandes ciudades y a la costa.
El sol apenas resulta ya visible en dichas zonas y una neblina grisácea, que carga el ambiente y es capaz de provocar mareos, dolores de cabeza y hasta problemas respiratorios o asma, ocupa el cielo la mayoría de los días, absorbiendo o rebotando los rayos solares e impidiendo que el sol haga acto de presencia pese a la ausencia de nubosidad.
Estos datos se ven ahora corroborados por un estudio realizado por un grupo de científicos norteamericanos del Laboratorio Nacional del Pacífico. Los investigadores han hallado que la radiación solar en China ha menguado durante el último medio siglo 3,7 vatios por metro cuadrado. Para ello, han analizado los datos proporcionados por 500 estaciones meteorológicas repartidas por todo el país oriental, que han recogido los niveles de radiación solar y de nubosidad desde 1954 hasta 2001.
Primer emisor del planeta
"La polución resultante de la actividad humana podría haber creado una bruma que absorbe y desvía los rayos del sol", explicó a la revista Geophysical Research Letters Yun Qian, uno de los autores del artículo. Y es que lo cierto es que la emisión de gases contaminantes a la atmósfera se ha multiplicado por nueve durante los últimos 50 años en China. Así, el gigante asiático es ya el primer emisor del planeta de gases de efecto invernadero al liberar el año pasado a la atmósfera 25,49 millones de toneladas de dióxido de azufre. Debido a este aumento del 27% con respecto al año 2000, la lluvia ácida provocada por el azufre afecta a 298 áreas urbanas y cubre el 30% del territorio chino.
Los principales agentes contaminantes son las plantas de carbón que pueblan el país, el humo de las chimeneas que desprenden las cada vez más numerosas fábricas y los coches que han proliferado por la mejora de la calidad de vida. Igual de nocivas resultan las obsoletas calderas de la calefacción y el polvo que desprenden las omnipresentes obras de construcción, que se han convertido en un elemento más del paisaje en esta China.
Según el Banco Mundial, 16 de las 20 ciudades más contaminadas de la Tierra se encuentran en China, donde el 27% de las 341 mayores urbes y 116 millones de personas padecen unos niveles de polución en el aire "muy peligrosos", al tiempo que el 70% de los ríos y lagos están seriamente degradados y 300 millones de habitantes no tienen agua potable. Además de causar la muerte de 400.000 personas al año por enfermedades pulmonares y cardiovasculares, la contaminación amenaza con hipotecar los gastos sanitarios en el futuro y colapsar el altísimo crecimiento de China.




































Efectos


Expertos en salud ambiental y cardiólogos de la Universidad de California del Sur, acaban de demostrar por primera vez lo que hasta ahora era apenas una sospecha: la contaminación ambiental de las grandes ciudades afecta la salud cardiovascular. Se comprobó que existe una relación directa entre el aumento de las partículas contaminantes del aire de la ciudad y el engrosamiento de la pared interna de las arterias (la "íntima media"), que es un indicador comprobado de la arteriosclerosis.
El efecto persistente de la contaminación del aire respirado, en un proceso silencioso de años, conduce finalmente al desarrollo de afecciones cardiovasculares agudas, como el
infarto. Al inspirar partículas ambientales con un diámetro menor de 2,5 micrómetros, ingresan en las vías respiratorias más pequeñas y luego irritan las paredes arteriales. Los investigadores hallaron que por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico de esas partículas, la alteración de la pared íntima media de las arterias aumenta un 5,9 %. El humo del tabaco y el que en general proviene del sistema de escape de los autos produce la misma cantidad de esas partículas. Normas estrictas de aire limpio contribuirían a una mejor salud con efectos en gran escala.
Uno más de los efectos es el debilitamiento de la
capa de ozono, que protege a los seres vivos de la radiación ultravioleta del sol, debido a la destrucción del ozono estratosférico por cloro y bromo procedentes de la contaminación. El efecto invernadero está acentuado por el aumento de la concentración de CO2 atmosférico y otros gases de efecto invernadero como, por ejemplo, el metano.


Medidas Locales
Crear conciencia ciudadana.
No quemar ni talar plantas.
No botar basura en lugares inapropiados.
Regular el servicio de aseo urbano.
Controlar el uso de fertilizantes y pesticidas.
Crear vías de desagües para las industrias que no lleguen a los mares ni ríos utilizados para el servicio o consumo del ser humano ni animales.
Controlar los derrames accidentales de petróleo.
Controlar los relaves mineros
Reciclar objetos (darles un nuevo uso)
Tomar conciencia de lo que está sucediendo
Realizar campañas de apoyo
Evitar el uso de aerosoles
Tener sentido de responsabilidad


Clasificación de los contaminantes
- Contaminantes no degradables: Son aquellos contaminantes que no se descomponen por procesos naturales. Por ejemplo, son no degradables el plomo y mercurio. La mejor forma de tratar los contaminantes no degradables (y los de degradación lenta) es por una parte evitar que se arrojen al medioambiente y por otra reciclarlos o volverlos a utilizar. Una vez que se encuentran contaminando el agua, el aire o el suelo, tratarlos, o eliminarlos es muy costoso y, a veces, imposible.
- Contaminantes de degradación lenta o persistente: Son aquellas sustancias que se introducen en el medioambiente y que necesitan décadas o incluso a veces más tiempo, para degradarse. Ejemplos de contaminantes de degradación lenta o persistente son el DDT y la mayoría de los plásticos.
- Contaminantes degradables o no persistentes: Los contaminantes degradables o no persistentes se descomponen completamente o se reducen a niveles aceptables mediante procesos naturales físicos, químicos y biológicos.
- Contaminantes biodegradables: Los contaminantes químicos complejos que se descomponen (metabolizan) en compuestos químicos más sencillos por la acción de organismos vivos (generalmente bacterias especializadas) se denominan contaminantes biodegradables. Ejemplo de este tipo de contaminación son las aguas residuales humanas en un río, las que se degradan muy rápidamente por las bacterias, a no ser que los contaminantes se incorporen con mayor rapidez de lo que lleva el proceso de descomposición
Efectos
Expertos en salud ambiental y cardiólogos de la Universidad de California del Sur, acaban de demostrar por primera vez lo que hasta ahora era apenas una sospecha: la contaminación ambiental de las grandes ciudades afecta la salud cardiovascular. Se comprobó que existe una relación directa entre el aumento de las partículas contaminantes del aire de la ciudad y el engrosamiento de la pared interna de las arterias (la "íntima media"), que es un indicador comprobado de la arteriosclerosis.
El efecto persistente de la contaminación del aire respirado, en un proceso silencioso de años, conduce finalmente al desarrollo de afecciones cardiovasculares agudas, como el infarto. Al inspirar partículas ambientales con un diámetro menor de 2,5 micrómetros, ingresan en las vías respiratorias más pequeñas y luego irritan las paredes arteriales. Los investigadores hallaron que por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico de esas partículas, la alteración de la pared íntima media de las arterias aumenta un 5,9 %. El humo del tabaco y el que en general proviene del sistema de escape de los autos produce la misma cantidad de esas partículas. Normas estrictas de aire limpio contribuirían a una mejor salud con efectos en gran escala.
Uno más de los efectos es el debilitamiento de la capa de ozono, que protege a los seres vivos de la radiación ultravioleta del sol, debido a la destrucción del ozono estratosférico por cloro y bromo procedentes de la contaminación. El efecto invernadero está acentuado por el aumento de la concentración de CO2 atmosférico y otros gases de efecto invernadero como, por ejemplo, el metano.


Medidas Locales
Crear conciencia ciudadana.
No quemar ni talar plantas.
No botar basura en lugares inapropiados.
Regular el servicio de aseo urbano.
Controlar el uso de fertilizantes y pesticidas.
Crear vías de desagües para las industrias que no lleguen a los mares ni ríos utilizados para el servicio o consumo del ser humano ni animales.
Controlar los derrames accidentales de petróleo.
Controlar los relaves mineros
Reciclar objetos (darles un nuevo uso)
Tomar conciencia de lo que está sucediendo
Realizar campañas de apoyo
Evitar el uso de aerosoles
Tener sentido de responsabilidad

Clasificación de los contaminantes
- Contaminantes no degradables: Son aquellos contaminantes que no se descomponen por procesos naturales. Por ejemplo, son no degradables el plomo y mercurio. La mejor forma de tratar los contaminantes no degradables (y los de degradación lenta) es por una parte evitar que se arrojen al medioambiente y por otra reciclarlos o volverlos a utilizar. Una vez que se encuentran contaminando el agua, el aire o el suelo, tratarlos, o eliminarlos es muy costoso y, a veces, imposible.
- Contaminantes de degradación lenta o persistente: Son aquellas sustancias que se introducen en el medioambiente y que necesitan décadas o incluso a veces más tiempo, para degradarse. Ejemplos de contaminantes de degradación lenta o persistente son el DDT y la mayoría de los plásticos.
- Contaminantes degradables o no persistentes: Los contaminantes degradables o no persistentes se descomponen completamente o se reducen a niveles aceptables mediante procesos naturales físicos, químicos y biológicos.
- Contaminantes biodegradables: Los contaminantes químicos complejos que se descomponen (metabolizan) en compuestos químicos más sencillos por la acción de organismos vivos (generalmente bacterias especializadas) se denominan contaminantes biodegradables. Ejemplo de este tipo de contaminación son las aguas residuales humanas en un río, las que se degradan muy rápidamente por las bacterias, a no ser que los contaminantes se incorporen con mayor rapidez de lo que lleva el proceso de descomposición